10 Consejos para Mudarse de Casa durante el Embarazo

Para que sobrevivas al temido día de la mudanza (y más allá) cuando tienes un bebé a bordo, aquí tienes lo que es seguro, lo que no y los mejores consejos para que todo vaya bien.

He reunido las mejores recomendaciones que he encontrado de fuentes fiables y experiencias cercanas para que la mudanza sea lo más segura y fácil posible cuando se está esperando un bebé. Antes siquiera de empezar, ten por favor presente que no debes esforzarte más de lo necesario.

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1. Habla primero con tu médico


Antes de pensar en coger una caja, el consejo más relevante e importante es que consultes con tu médico si es seguro para ti participar. Si tienes alguna complicación, como un mayor riesgo de parto prematuro, tienes que dejar de hacerlo de inmediato. Por favor, considera este primer consejo por encima de cualquier otra cosa.

Las mujeres embarazadas que levantan peso más de una hora al día deben evitar cualquier cosa que pese más de 8 kilos si están de menos de 20 semanas, y de 6 kilos si están de más de 20 semanas, según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos. Este último peso es más o menos una caja de 6 litros de leche o entre 10 y 12 libros.

Si te mudas a una nueva zona, no olvides organizarte con tu obstetra antes de irte y, en caso de ser lejos, ve buscando con anterioridad uno en la zona o arreglar el cambio de médico en la seguridad social. Es muy recomendable mudarse antes del tercer trimestre de embarazo y llevar tu historial médico.

2. Consigue más ayuda de la habitual

El consejo más importante es conseguir mucha ayuda, y no sólo para el día de la mudanza. Es fácil no caer en la cuenta de estar hasta tarde empaquetando, levantando cajas pesadas y ayudando a mover los muebles. Tienes que recordarte continuamente que no debes hacer ese tipo de cosas.

Además de las empresas de mudanzas, puedes contratar a servicios de limpieza por horas y a personas que te ayuden a disponer todo lo que puedan. Conozco un caso de una amiga que tuvo la brillante idea de contratar a una estudiante para que le ayudase a empaquetar antes de mudarse cuando estaba embarazada de cuatro meses.

Muchas futuras mamás piensan que pueden hacerse cargo de la mudanza sin nadie que les eche una mano. Ten por seguro que no es la forma más eficiente ni la más segura.

3. Levantar y agacharse con seguridad

El embarazo produce un aumento de los niveles de la hormona relaxina, que afloja los ligamentos para ayudar al parto. Esto, junto con los cambios de postura y el peso extra, hace que sea más probable lesionarse.

Entre las lesiones más comunes durante el embarazo se encuentran la tensión en la espalda, la disfunción de la sínfisis del pubis (DSP), el dolor del túnel carpiano y los problemas de la articulación sacroilíaca.

"Si vas a ponerte a hacer maletas y a levantar objetos, es importantísimo que pienses en lo que estás haciendo desde el punto de vista biomecánico", dice la Dra. Pamela Morrison Wiles de Nueva York. "La mayoría de la gente dobla la columna vertebral y levanta el peso desde la parte baja de la espalda con los brazos extendidos", dice la Dra. Morrison Wiles. "Esto tensa los músculos de la parte baja de la espalda y puede poner a la persona en riesgo de lesión del disco intervertebral de la columna".

En su lugar, utiliza la técnica de la bisagra de la cadera, en la que te pones a horcajadas (de cuclillas, como levantadores de peso sin arquear la espalda) sobre el objeto, doblas las rodillas y te inclinas ligeramente desde las caderas con la espalda recta, luego sostienes el objeto cerca de ti y lo levantas usando las piernas.

Es preferible mover las cosas en cantidades más pequeñas, más ligeras aunque sea en más veces. Es recomendable el uso de cinturones de embarazo y férulas para la muñeca del túnel carpiano para aumentar la estabilidad, además de zapatos de apoyo con buen soporte de arco y absorción de impactos.

4. Date mucho tiempo para hacer la maleta

Empieza con mucha antelación para poder hacer descansos regulares. Descansa cada media hora y pon los pies en alto para ayudar a la circulación. Estar de pie demasiado tiempo puede provocar hinchazón en las extremidades inferiores. Esto también vale para el día de la mudanza.

5. Despeja antes de anidar

Haz una gran limpieza de trastos antes de mudarte para reducir la carga. Consulta el método Marie Kondo o uno de los muchos blogs sobre el tema para inspirarte.

6. Vence al cerebro del embarazo

Gracias al temido cerebro maternal, es fácil perder de vista el millón de cosas que hay que hacer. Escribe listas y utiliza un calendario para marcar las fechas clave con antelación. Así no te olvidarás de cambiar de domicilio las facturas o de reservar la mudanza.

Utiliza papel y lápiz o una aplicación como Sortly para anotar lo que hay en cada caja y crear etiquetas. Así no tendrás que buscar entre todas ellas para encontrar algo.

7. Prepara un kit para el día de la mudanza

Lleva algo para sentarte y poder descansar. Ten también a mano bocadillos, tentempiés y bebidas isotónicas para mantener altos tus niveles de azúcar e hidratación, una bolsa de viaje con ropa, medicamentos, artículos de aseo y un cargador de teléfono. No olvides el papel higiénico para las millones de veces que necesitarás orinar durante el día.

8. Ten cuidado con las escaleras

Las caídas son uno de los accidentes más comunes durante el embarazo, ya que tu centro de gravedad se desplaza. Ten mucho cuidado al cargar cosas pesadas y al subir y bajar escaleras, o en cualquier lugar donde puedas caerte. Es otra razón para usar zapatos con buen soporte y agarre, para que puedas evitar un viaje a la sala de emergencias.

Si puedes permitírtelo, evita las escaleras. Quédate mejor dentro de la casa y organiza las cosas en vez cargar con ellas.

9. Evita los productos químicos tóxicos

Compra algunos productos aptos para embarazadas para la limpieza de última hora. Ve a lo seguro y evita los productos químicos agresivos y las fragancias fuertes. Intenta terminar las reformas antes de mudarte para evitar la pintura, los vapores de pegamento y el polvo.

10. Calma

Por último y no menos importante: mantén la calma. Organiza todo con mucho tiempo y antelación para no sufrir un estrés innecesario. Pide ayuda y déjate ayudar.

Esto es válido tanto para preparar la mudanza, como para el traslado o la posterior organización. Recuerda que tú y tu bebé sois lo primero. No tengas prisa por tenerlo todo listo, es preferible tener las cosas por medio y hacerlas poco a poco que causarte un problema mucho mayor.

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