Le toca el turno a las plantas y al impacto derivado de su traslado. Veamos qué podemos hacer por ellas para permitir que su transición de un lugar a otro sea lo más suave posible.
Como cualquier ser vivo, las plantas pueden sufrir considerablemente debido a una mudanza, ya que por supuesto, alteramos su entorno y sus condiciones. En este sentido, intentaré darte algunas directrices para realizar el traslado de tus plantas con éxito.
Cómo mudar plantasLas plantas son parte importante de nuestra vida cotidiana. Adornan nuestros hogares, son vitales para la vida, nos relajan, dan color a los espacios y renuevan y refrescan el aire.
Las plantas sobreviven en ambientes con condiciones específicas de humedad, temperatura, luz, calor, entre otras. Por esta razón, cambiarlas bruscamente puede afectarles al punto de provocar su muerte.
Antes de pensar siquiera en su traslado, es importante evaluar si puedes llevarlas a la hora de una mudanza o si es mejor dejarlas en su hábitat actual. Es decir, llevarlas contigo o dejarlas al cuidado de otra persona y sembrar plantas nuevas, que puedan sobrevivir a las condiciones del lugar donde te encuentres ahora.
Otra opción que tienes, es que, con ayuda de un profesional o de ti mismo; puedes llevarte esquejes, plantones o semillas para replantar al lugar de destino y así no someter a tus plantas adultas al traslado.
Seguirás conservando un recuerdo de algo que te ha acompañado durante mucho tiempo. Debes recordar que en el caso de los esquejes te estarás llevando la misma planta ya que cuentan con el mismo material genético.
Ocuparte de esto podría ser entretenido y en cierto modo, terapéutico. Sin embargo, si decides llevarlas contigo, es mejor que tengas en cuenta los siguientes consejos.
Si decides transportarlas, lo primero que debes hacer es podarlas, retirar las hojas muertas y quitarles el polvo. Es sumamente importante que no tengan plagas a la hora de transportarlas para no difundir dicho problema.
Si son muy pesadas, puedes desenterrarlas cuidadosamente de sus macetas y cambiarlas a maceteros de plástico o recipientes hechos de materiales caseros como botellas recicladas.
Si la complejidad o el tamaño de sus raíces no lo permite, es mejor no perjudicarlas y mantenerlas en sus contenedores actuales.
Ahora, si vas a desenterrar plantas o arbustos de tu jardín, debes extraerlos unos días antes de tu mudanza. Para ello, riega y humedece la tierra a medida que excaves, hasta que llegues a sus raíces. Procura hacerle el menor daño posible a las raíces.
Cuando puedas extraerla, coge un bolsa de plástico resistente, echa algo de sustrato en su interior, mete la raíz dentro y sostenla mientras con la otra mano echas tierra. Termina humedeciendo y atando la bolsa alrededor del tallo para evitar que la tierra se salga. De esta forma aguantará algunos días hasta que pueda ser replantada (no tardes mucho en hacerlo).
Recuerda que, si no sabes cómo desenterrar tu planta, o quitarle las plagas puedes contratar ayuda profesional de un jardinero.
Es mejor que dejes las plantas para lo último que deba ser trasladado de tu hogar. No aguantarán mucho en esas condiciones. Además, pueden ser dañadas en el proceso y tampoco sobrevivirán a una larga distancia con mucho calor o frío dentro de un camión de mudanza.
Puedes colocar tus plantas dentro de cajas siempre y cuando estén debidamente aseguradas. Coloca unas cuantas dentro de una y afírmalas de forma compacta con rollo de burbujas o cartones para evitar que choquen entre sí dentro de la caja o se caigan.
Deja la caja abierta si puedes y si no, indica bien en grande que la caja es de plantas y que debe permanecer en vertical. Presta especial atención a esto para evitar vuelcos, desperfectos y ensuciar todo de tierra.
Si quieres cerrar la caja realiza agujeros suficientes para que tus plantas puedan respirar durante el trayecto. Separa los agujeros entre sí para que no afecten a la integridad de la propia caja. Procura que ninguna otra caja o mueble los obstruya.
Si temes la rotura de sus ramas, hojas o flores, puedes evitar el roce con otras plantas rodeándolas con papel o cartón.
No olvides regar a tus plantas. Algunas como las suculentas o los cactus podrán prescindir del agua durante cierto tiempo, pero si van a estar durante algunos días en condiciones inapropiadas, no olvides echarles agua suficiente sin excederte.
Una vez llegado al nuevo hogar, las plantas deben ser lo primero que debes descargar. Seguramente han estado expuestas a más daño del que puedan soportar.
Sácalas de sus cajas y ubícalas en macetas temporales, donde reciban condiciones ideales, sin sol directo o corrientes de aire frío y por supuesto debes regarlas suficientemente.
Allí pueden pasar unos días, mientras te asientas en tu nuevo hogar y locación. Obsérvalas, este tiempo será especialmente importante si deben aclimatarse. Puedes tenerlas ahí para cuando realmente dispongas del tiempo apropiado, trasplantarlas a su lugar permanente.
Por otro lado, si se trata de arbustos enteros o árboles jóvenes, SÍ es necesario que sean replantados lo antes posible en lugares adecuados de tu jardín. Si te resulta complicado, lo mejor es contratar a un jardinero para ello.
Es común que en el trayecto se dañen algunas hojas, se caigan o se tornen amarillentas; pero con el cuidado adecuado, abono, sol y agua seguramente se recuperarán en muy poco tiempo y podrás disfrutarlas en tu nuevo hogar.
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