Consejos para mudarte a otro país sin complicaciones
Las mudanzas ya son difíciles de por sí, y aunque te mudes a la vuelta de la esquina, suelen ser momentos de presión y cierta ansiedad. No voy a mentirte, cuando se cambia de país esto todavía se agudiza más.
Para que todo esto sea lo más sencillo y llevadero posible, a continuación, te dejo una serie de consejos que facilitarán todo el proceso que implica hacer una mudanza de este calado. No hablaré sólo de tus posesiones, sino también de recomendaciones para que consigas adaptarte lo más rápido posible.
Información del país donde vas
Antes de tener en cuenta qué llevarás contigo, es importante saber lo que puedas acerca de tu nuevo destino. Para ello, es conveniente aprender sobre su cultura y recabar toda la información que te sea útil antes de llegar. Te dará contexto en conversaciones y te permitirá entender cosas que de otro modo te pasarían inadvertidas.
Con esto, no sólo podrás responder mejor ante muchas situaciones incómodas, sino que también te ayudará a que tu proceso de adaptación sea más corto.
Idioma
Si el país al que te mudas tiene un idioma diferente, no esperes a practicarlo hasta llegar allí. Existen multitud de medios por internet para que vayas aprendiendo todo lo que puedas y que te irán haciendo el oído.
En mi caso, pensaba que mi nivel de inglés sería suficiente, pero la verdad es que no sabía lo que me esperaba. No sabes cuánto me alegré de que por ganar cierta seguridad, me propuse ver varias series británicas (gracias Doctor Who) que me puse subtituladas para irme preparando.
Luego la realidad te da una bofetada, se te quitan las tonterías y te lamentas de no haberte esforzado más. El idioma es el primer limitante a la hora de relacionarte, conseguir diferentes trabajos y en definitiva, desenvolverte en tu nuevo hogar.
Documentación
Asimismo, ten presente la documentación. Es conveniente dedicar tiempo a estos trámites, que muchas veces son aburridos, pero hacerlo con antelación evitará momentos incómodos y molestos cuando necesites algún documento.
Lo primero es tener tu pasaporte o tu DNI (en la Unión Europea) al día y no próximo a caducar. Renuévalos en caso de que la fecha se acerque para no encontrarte con dificultades sin sentido.
Otro consejos, es que vayas a la web de la embajada del país al cual te mudarás y que leas toda la información sobre la documentación que vas a necesitar, tanto para poder entrar como para vivir allí.
Mientras realizas este proceso, puedes preparar tus títulos académicos paralelamente, para que puedas validar tus estudios en el exterior, este tipo de trámite lleva tiempo así que ten paciencia.
Presupuesto para el viaje
Irte al extranjero significa tener que llevar bastante dinero, inclusive en los aeropuertos debes declarar la cantidad (por escrito) que llevas. Puedes cambiar de divisas en metálico en tu país de origen o esperar a llegar a tu destino y hacerlo en el propio aeropuerto donde es habitual encontrar este tipo de oficinas.
Del mismo modo, investiga cuáles de tus tarjetas puedes usar allí para retirar dinero de los cajeros y también para realizar pagos en caso de ser necesario.
Reserva una cantidad que te permita establecerte y mantenerte durante los primeros meses con lo más básico. Aunque ya vayas con una oportunidad de trabajo, no sabes cómo y cuando cobrarás tu primera nómina.
Alojamiento
Si vas a llegar con una oportunidad de trabajo, puede que no debas preocuparte por ello. Muchas empresas se encargan del alojamiento durante los primeros meses.
Si viajas de manera particular o tu trabajo no incluye un lugar de domicilio, investiga las mejores opciones para que tengas un lugar donde quedarte al menos durante el primer mes de tu estancia. No te preocupes, poco a poco podrás alcanzar el estatus que deseas.
De primeras es mejor que no seas muy exquisito/a y que te conformes conque tu residencia esté cerca del trabajo para que no tengas muchos problemas de movilidad. Más adelante, cuando estés allí, podrás buscar tranquilamente un mejor lugar donde vivir.
En mis dos primeros meses en el extranjero alterné mi estancia en casa de un amigo, con algunas pensiones, y no tuve oportunidad de desempaquetar mis pertenencias.
Hacer amistades
Socializar y conocer a gente es la mejor manera de adaptarte y sentirte como en casa. De esta manera, habla con tus vecinos o dependientes de tiendas de tu barrio que podrán guiarte y darte consejos de cómo vivir allí y de los mejores sitios para visitar.
Sin embargo, cómo antesala a eso, puedes recabar opiniones a través de las diferentes redes sociales, muchos de estos grupos están creados para ayudar a personas que están en tu misma situación. Existen multitud de páginas de Erasmus, blogs de gente que se ha ido a vivir a tu país de destino y seguramente canales de Youtube que te darán valiosos trucos.
Muchas personas podrán decirte cómo fue su llegada y así sabrás qué tener en cuenta, inclusive podrás preguntar hasta sitios donde alojarte. Muchos allí exponen sus historias y puedes forjar amistades que ya vivan por tu zona.
Del mismo modo, si te sientes sólo y te cuesta hacer amigos, es probable que también puedas encontrar grupos de gente hispanohablante en tu nuevo país de residencia. No te haces a la idea de cuánta gente que habla español monta sus propios bares en otros países.
En cualquier caso mi recomendación es que hagas lo posible en sentirte como un nativo relacionándote con gente de allí. Te abrirás puertas que no sabías que existían y te enseñarán un montón de cosas por descubrir.
Una sonrisa franca pero no estúpida, unos buenos modales y un cierto interés por relacionarte, es todo lo que necesitas para forjar nuevas amistades.
Ahora sí… llegó el momento de empaquetar
Ya estás preparado y llega el momento de pensar en el traslado. En esta web podrás encontrar todo lo relacionado a como organizar tu mudanza y llevarla a cabo. Por ahora piensa en qué vas a llevarte.
A la hora de realizar una mudanza a otro país lo mejor es que reduzcas a lo imprescindible lo que vayas a llevarte. Si algo de lo que dejes atrás en un trastero o guardamuebles se vuelve necesario, siempre podrás pedirle el favor a un familiar o amigo para que te lo envíe.
En lo relativo a la ropa procura llevarte a aquello de tu armario que se adapte al clima del país y desecha todo lo demás. Si tu país de origen es más barato, compra aquello que creas que vas a necesitar antes de ir.
Del mismo modo, encárgate de llevar los artículos de higiene personal más importantes que puedan pasar por el aeropuerto sin problemas. Al mismo tiempo, tienes la opción de llevar lo más básico contigo en maleta y enviar por transporte o servicio de mudanza tus demás cosas.
Identifica
No olvides que debes llevar todas tus cajas identificadas de manera simple y sencilla, la idea es facilitar todo lo posible. Coloca en cada caja una lista de los utensilios y objetos que contienen.
Compra grandes etiquetas y también rotuladores para identificar, no te olvides que, si llevas algo delicado, envuélvelo en plástico de burbuja. Puedes informarte mejor en nuestros consejos sobre cómo embalar tu mudanza.
Contrata un servicio de mudanza
Para trasladar todos tus enseres, contrata a profesionales. Ellos sabrán qué puedes o no llevar, y así te quitarás ese dolor de cabeza extra. Inclusive, te ayudarán con el papeleo para el traslado. Cómo estas cajas llegarán más tarde, prepara una maleta con las cosas importantes para tu llegada.
El coste del servicio dependerá de multitud de factores como el país de destino o el número de bultos. Por poner un ejemplo, Portugal e Italia son muchos más baratos que Alemania.
En Europa, la horquilla va desde los 800 hasta los 4.500€. Para mudanzas internacionales los precios oscilan entre los 2.000 y los 10.000 euros de lugares tan distantes como Australia.
Aunque no es lo mismo, tal vez te interese conocer algunos detalles relativos a mudarse a otra ciudad.
