Ya hemos hablado de qué hacer antes de proceder con la mudanza, ahora hablemos de por dónde es mejor comenzarla, a qué cosas deberemos dar prioridad y alguna sugerencia al respecto.
En esta sección no hablaremos ya de papeleo o temas administrativos, sino del traslado físico de las cosas que componen tu hogar a tu nuevo domicilio.
Veamos algunas sugerenciasComo norma general, ten en cuenta siempre empezar por aquellas cosas que no vayan a usarse.
De todo lo que hemos dicho anteriormente, la prioridad principal inicial debe ser revisar todo tu hogar en busca de cualquier objeto inútil. Entre las ventajas de deshacerte de cosas innecesarias están emplear un menor tiempo y coste del propio traslado ya que necesitarás menos espacio en tu transporte.
Si no sabes qué desechar piensa en si algo tiene algún sentido, utilidad actual o valor para ti, en cuánto tiempo lleva sin usarse o en su propio estado. Podrás donarlas a instituciones benéficas, venderlas y sacar algo de dinero o simplemente tirarlas por los medios adecuados.
En estos casos lo mejor es empezar por la ropa y por el trastero. Recuerda: cuanto más te quites ahora, más fácil será tu mudanza.
Realiza un inventario de cada objeto de una habitación para saber dónde va cada cosa. Haz una lista por cada una de las habitaciones. No hace falta que sea muy precisa. No apuntes cada calcetín o vaso.
Esto sirve para múltiples objetivos:
En cualquier caso no te tomes esto como una norma inamovible. Tal vez quieras aprovechar la ocasión de la mudanza para organizar mejor tus cosas. Quizás, si no tienes una gran cantidad de cosas, este paso sea completamente prescindible.
Aquí no me voy a extender mucho ya que hay un artículo dedicado exclusivamente a ello. Sólo para dejar clara su importancia te diré que crear listas de tareas es la mejor forma de evitar posteriores arrepentimientos.
Haz tantas como creas necesarias y guardalas todas en un cuaderno. Modifica estas listas de tareas tanto como veas necesario. Aunque parezcan una pérdida de tiempo, te ayudarán a tenerlo todo organizado, planificado y en orden para que acabes tu mudanza en el menor tiempo posible.
Para más información visita el artículo de Lista de Tareas.
Ya tienes todo lo necesario para embalar. Ahora metamos las cosas en cajas.
Comienza por aquellas cosas que no se usen y deja lo más necesario para los días anteriores al traslado de las cosas imprescindibles para los ocupantes de la casa. Revisa herramientas, juguetes, libros, adornos y cualquier cacharro de la cocina que no vaya a ser usado inmediatamente.
Antes de guardarlos en cajas, embala correctamente todo lo que pueda sufrir daño o sea frágil. Recuerda que las cajas podrán estar sometidas a golpes, a ser apiladas sin contemplaciones e incluso a caídas.
Tómate tu tiempo y emplea algo de dinero en cubrir esos objetos con rollo de burbuja o papel de embalar. Mejor gastar un poco y asegurarte que lamentar cualquier rotura o desperfecto.
Tienes dos artículos que tratan el tema del correcto embalaje y del uso de las cajas. No dudes en echarles un vistazo.
Ya que has desalojado tus muebles de trastos, llega el momento de pensar también en ellos. Revisa cada mueble para ver si es fácilmente desmontable.
Ten en cuenta que cuanto más desmontado esté un mueble menos volumen ocupará y por tanto, menos costará transportarlo. Sin embargo, aumentará el tiempo ya que no sólo habrá que desmontarlo en el origen, sino también montarlo a la llegada. No desmontes nada que no suponga un beneficio evidente.
No hace falta que desmontes cada parte de un mueble. En muchos casos bastará con quitarles las patas o cualquier parte que sobresalga. Presta especial atención a espejos y cristal.
Si quieres ahorrar tiempo y el peso no es mucho, puedes dejar ropa dentro de los cajones de cómodas y mesillas de noche. Si ves que el adhesivo no daña su superficie asegura los cajones con cinta de embalar para que no se abran por accidente. Un rollo de cuerda también puede ser un buen aliado en estos casos.
Con los muebles, y igual que con cualquier otro objeto, lo mejor es ver si es mejor quedárselo o dejarlo.
Como se que este tema parece complejo y puede suscitar dudas, he creado un tema exclusivo sobre el Desmontaje de los muebles. Te recomiendo que lo visites si tienes dudas al respecto.
Es probable, que tanto en la casa que dejas como en la nueva, haya cosas que arreglar. ¿Para qué dejar esos temas a última hora? En cuanto veas un hueco aprovecha para repintar una pared manchada, poner en su lugar un cable o colgar una lámpara.
Por supuesto, dedícate sólo a lo que sea completamente imprescindible y no pierdas tiempo en cosas de las que podrás ocuparte más tarde. No hace falta que te metas ahora en una reforma integral si no es algo absolutamente necesario.
Habitualmente, la casa o el piso que se dejan tiene prioridad ya que facilita su venta o deja el domicilio preparado para la inspección del dueño que te lo ha alquilado (y que tiene tu fianza).
Este no es algo que deba hacerse necesariamente al principio, pero es mejor tenerlo claro cuánto antes. Marca en rojo bien en grande en el calendario o escríbelo en un papel que cuelgues de la pared para que lo sepan todos los integrantes de la casa.
Una vez que todo esté listo debe haber una fecha para que os trasladéis vosotros. Esa fecha será inamovible y deberá ser acordada entre todos.
Nadie puede hacer planes para entonces. Es responsabilidad de cada miembro de la familia estar preparado y no tener ninguna cita que entorpezca vuestra salida.
Como ya hemos dicho en artículos anteriores, antes de establecer tu fecha final de traslado deberás tener en cuenta un tiempo suficientemente holgado para que todos arreglen sus asuntos y la mudanza esté preparada. Siempre podrás adelantar la fecha pero nunca retrasarla.
Dejarse un mueble atrás puede ser un contratiempo. Dejar a una persona puede ser un completo desastre. Puede implicar que falten un par de manos que ayuden y probablemente sea la causa de uno o más viajes adicionales innecesarios.