Antes siquiera de empezar con la mudanza, lo primero es planificar y dejar preparado todo para que nada se te pase. Si no empiezas la casa por el tejado, tu mudanza tampoco debería empezar sin unos sólidos cimientos.
En esta sección podrás encontrar todo lo necesario que conviene considerar o hacer para que tu traslado sea todo un éxito. Recuerda que todo lo relativo a mover tus cosas podrás encontrarlo en el Paso 3 donde hablaremos sobre cómo embalar, preparar y transportar tus cosas.
Si la vida, tu trabajo o cualquier cuestión te obliga a desplazarte a otro sitio lejos de tu dirección actual te sugiero que leas las recomendaciones de esta sección. En ellas encontrarás tips y directrices relativos a tu nueva situación.
Serás capaz de tener en cuenta todos aquellos aspectos para realizar tu traslado a un lugar diferente y que te adaptes rápidamente.
Cambiar de hogar no es sólo una actividad angustiosa para ti. Cualquier ser vivo de quien seas responsable también puede sufrir el impacto del propio traslado, de las condiciones de tu nuevo domicilio, así como del caos y del desorden de los propios preparativos.
Si te preocupa que la salud de tu compañero animal o de tus plantas se vea afectada por la mudanza y deseas que sea lo más cómoda posible para ellos te invito a que visites el apartado de:
No he querido dejar pasar la ocasión para hacer que te enfrentes de forma más relajada, tanto mentalmente como en tiempo, a los preparativos de una mudanza. A continuación, te presento mi particular método que aunque no lo haya inventado yo, me ha dado por ponerle de nombre:
Hay tareas que nos parecen tan grandes, inabarcables o fatigosas que pensamos que nunca seremos capaces de completarlas. Sin embargo, enseguida te daré un modo para que dejes de pensar así.
Una de mis labores cotidianas es la programación. Como programador una de las primeras cosas que aprendes a la hora de enfrentarte a la resolución de un problema es entenderlo.
Lo que debes hacer para comprender todo lo que conlleva una mudanza es planificarla de antemano. Cuando me enfrento a un proyecto de programación que parece insuperable, ya sé que lo único que tengo que hacer es dividir el proyecto en tareas.
Si un trabajo parece demasiado grande, lo único que has de hacer es dividirlo en tareas más pequeñas y asumibles.
Cada una de esas tareas debe ser tan pequeña como para que no te suponga ningún problema realizarla en un tiempo que te parezca razonable. Si cualquier labor que hayas pensado te parece todavía demasiado grande o te angustias con sólo pensarla, no lo dudes, vuelve a subdividirla en tareas más pequeñas hasta que te sientas a gusto.
Pongamos un ejemplo:
Imagina que formas parte de un matrimonio con dos hijos y sabes que una de las cosas de las que tendrás que ocuparte es de la ropa. Si piensas en vaciar todos los armarios tal vez te eches las manos a la cabeza pero, ¿y si en vez de dedicar todo un día, dedicas un par de horas cada tarde a cada uno de los armarios? Seguro que así, encargarte de la ropa ya no te parece coronar el Everest.
Siguiendo en el ejemplo anterior tal vez te hayas hecho la pregunta de cómo vas a guardar la ropa de toda la familia con tanta antelación como para que no tengáis con qué vestiros hasta que terminéis el traslado.
Es por ello que elegir el momento adecuado también se convierte en un aspecto fundamental. En el caso de la ropa, tal vez lo conveniente sea esperar a los últimos días antes de la mudanza. Pero también podrías ir adelantando semanas antes con la ropa de invierno (si es que estás en verano).
Planifica bien y verás como te alegras. ¿Sabías que puedes guardar todas las cosas de la cocina y dejar sólo un juego de cubiertos, platos y vasos necesarios y precisos para suplir las necesidades de cada persona? ¿Realmente necesitas toda una batería de cocina con su juego de sartenes si los últimos días sólo vas a cocinar unos huevos fritos y unos macarrones?
Esas mismas cosas imprescindibles podrás guardarlas a parte y seguramente sean igual de necesarias los primeros días cuando ya te hayas instalado en tu nuevo hogar.
Antes de ponerte manos a la obra con cualquier trabajo, piensa si es mejor hacerlo ahora, más tarde o incluso si puedes adelantar una parte. Piénsalo bien, porque luego no querrás deshacer trabajo hecho y estar abriendo y desordenando cajas con cosas ya organizadas.
Apunta estas tareas en un lista y especifica en qué consiste y cuándo es el mejor momento o fecha para hacerlas. De esta forma tendrás un planning que podrás ir completando cómodamente a tu ritmo y que te permitirá hacer todo de forma organizada.
No tengas miedo en ampliar o modificar tu listado. Es normal que no hayas pensado en muchas eventualidades que irán apareciendo según vayas dedicándote a ciertos aspectos. Todo el tiempo que le dediques será muy inferior al que te ahorrará.
Por eso, uno de mis consejos más importantes es que cuando ya te hagas una idea de cuánto tiempo es probable que tardes en prepararlo todo, multipliques ese tiempo por dos. La preparación de una mudanza está llena de imprevistos y en muchas ocasiones te convendrá y querrás tomarte un respiro.
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